Las pastillas son mis amigas, ellas y yo ya hemos formado una simbiosis, una amalgama. Ellas ya son parte de mi cuerpo y pienso si yo me reparto en miligramos o infusiones, pero al fin ya somos una molécula única. Ellas y yo, ya hemos fusionado lazos, lazos de iones, lazos atómicos en escala macro.
Ya no somos solamente el paciente y la medicina, sino que pienso que a veces yo soy la medicina de las pastilas que consumo.
Ya no me duele a mí la cabeza, les duele a ellas y ellas me agradecen que esté yo a su lado para aliviarlas.
En fin, ¿qué serían las pastillas sin mí? NADA, porque ni si quiera existirían, porque el hombre es quien las ha creado, pero en fin, son para nuestro bien.
PD.- Ya no quiero más pastillas....
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