No es bueno ser frío y derretirse, es mejor ser cálido para saber que llorar no es debilidad, sino es es la fuerza que demuestra nuestra sensibilidad.
Mi dragón interior es protección, pero también sensibilidad, no teme a llorar delante de la gente, pero sabe defenderse con garra y es cálido con quien lo necesita.
Más lamentablemente, al igual que éste ser mitológico, también se la pasa solo, porque todos temen acercársele, amarle, temen porque su fortaleza los intimida y su envidia les provoca furia.
Cuando tu corazón es cálido, no te queda otra opción: sigue adelante, aunque muchas veces te sientas solo.
Hay Alguien allí arriba que espera por ti :)
(Miguel Angel Ortiz Garcia)